viernes, 5 de abril de 2013

Fomentando el pensamiento crítico en las aulas.



He leído recientemente un artículo acerca de cómo fomentar el pensamiento crítico entre nuestros alumnos (el cual me ha resultado bastante interesante) por lo que me gustaría dejar aquí unas sugerencias sobre cómo desarrollarlo y posteriormente, evaluarlo.

Para empezar, el pensamiento crítico debería formar parte de cualquier área de conocimiento en la que nos encontremos, no como parte del contenido, si no como un objetivo a alcanzar y desarrollar. Éste nos ayudará a crear personas críticas, con autonomía, principios y valores que les serán de gran utilidad para su futuro.

Todo puede empezar en clase con una sola pregunta acerca del tema que estemos estudiando. El hecho de realizar preguntas en clase y estimularlas hace que se potencie la curiosidad intelectual del alumnado y que se profundice más en el tema. A medida que nosotros vayamos formulando más y más preguntas los alumnos irán viendo el método que estamos utilizando y serán ellos los que acaben llevando el ritmo de la clase, haciéndoles así participes de ella en una mayor medida. Siempre debemos darles pistas en las preguntas para así ayudarles a desvelar el asunto al que queremos llegar. Así como unas herramientas para  facilitar la entrada en la conversación y guiarles, como algunos conectores como ejemplo de ello; estoy de acuerdo/ en desacuerdo porque… ¿Me puedes explicar qué quieres decir con…?
También cabe decir que la clase se vuelve más interesante cuando utilizamos temas más significativos y relevantes para los estudiantes, temas de su interés con los que se  impliquen al máximo. Y debemos disponer, claramente, de documentos, fotos, vídeos y todo tipo de material de apoyo para hacer la clase más amena e interesante.


No sólo podemos realizar esto mediante múltiples preguntas en clase, sino también por ejemplo con debates u organizando discusiones socráticas. En cuanto a los debates, en ellos debemos impulsar una polémica constructivista, en la que debatan entre ellos y se contradigan. Pero siempre mostrando respeto hacia las opiniones de los demás, respetando las reglas y el lenguaje que estemos utilizando así como razonando sus propios argumentos y no basándose en meras opiniones.
En cuanto a las discusiones socráticas, son un método de investigación en el que los participantes se intercambian preguntas que ponen a prueba la lógica, con el propósito de alcanzar una mayor comprensión y claridad. En ellas los estudiantes suelen desafiarse intelectualmente y el profesor permanece como mero observador, interviniendo solo cuando la discusión recae.

En cuanto a la evaluación, podemos evaluar el razonamiento del alumnado de formas diferentes; mediante exposiciones, ensayos, test o las mismas discusiones socráticas. También podemos hacer que los estudiantes se evalúen entre ellos. Esto se realiza colocándoles en el aula en una disposición tipo “pecera” ; con un círculo interior y otro exterior. Los alumnos del círculo interior serían los participantes activos y evaluables, mientras que los del exterior los compañeros que les evalúan. Estas evaluaciones se pueden realizar mediante una rúbrica para las discusiones socráticas, en la que se expone claramente los componentes del pensamiento crítico, para que así los estudiantes lo entiendan mejor.

Por parte del profesor, lo mejor es pasar a un segundo plano, forzando así a los alumnos a progresar y a llevar la clase en direcciones totalmente inesperadas.

Os dejo el enlace del artículo que he leído.


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