viernes, 15 de marzo de 2013

Creando hoy, las escuelas de mañana. Redes.


“Los niños de hoy en día son peores que los de antes”, “La educación no es la que era”, “Los profesores no enseñan lo que tienen que enseñar” Estas frases y opiniones las oímos hoy en día en todos lados, pero debemos preguntarnos cuánto de verdad hay en ellas y cuánto de no tan verdad.

Los niños de hoy en día no son peores que los de antes; son diferentes. Se sienten muchas veces desconectados de la sociedad, sin sitio en ella. Ha habido un gran cambio en la sociedad con respecto a la de antes y hay por ello un gran abismo entre las diferentes generaciones que conviven hoy en día en ella, lo que hace que se forme una brecha entre la juventud de ahora y nuestros mayores. Una brecha que debemos ir cerrando desde la escuela y la educación en la que nos vemos inmersos.

Los niños están en un entorno distinto, expuestos a una variedad inmensa de de información y de medios de comunicación que antes no había. Antes, la gente se organizaba en pequeñas comunidades y aprendían de sus padres, abuelos, y mayores que les rodeaban día a día. Ahora, los niños están expuestos a una información y conocimientos muy abundantes. Tal y como dice el vídeo que adjunto y con lo que estoy  muy de acuerdo,"Los niños aprenden más de sus amigos y de internet que en la escuela". Si hacen la tarea y no saben algo, lo buscan en internet; si hay una noticia de última hora, todos hablan de ello por la tarde con los amigos y al llegar a clase al día siguiente no es ninguna novedad; si a un amigo le ha pasado algo, no esperan a que al día siguiente no vaya a clase, se enteran en la red o por el móvil. Por ello, la educación no tiene que ser como era antes. Ésta claro que se pueden y deben dar muchos de los contenidos que hay que tener para desarrollarse intelectualmente, al igual que tenemos que alcanzar una serie de objetivos básicos que son similares a los de antes. Pero los niños de ahora han cambiado, no son peores que antes, son distintos, y por ello requieren otro “tipo” de escuela.

Debemos fomentar, por tanto, una escuela motivadora, en la que ofrezcamos a los niños cosas que no puedan obtener viendo la tele o navegando en internet (algo que, bajo mi punto de vista, es realmente difícil). Tenemos que prepararles para el futuro que viene, un futuro incierto en el que habrá nuevas profesiones que aún no conocemos y nuevas formas de manejar el conocimiento. Hay que fomentar y educar en valores, tales como la empatía o la tolerancia, los cuales son importantes para el mundo laboral. Así como el pensamiento crítico, la creatividad y originalidad. Debemos fomentar una mentalidad abierta para que sean capaces de escucharse y de trabajar en equipo (ya que trabajando en grupo se pueden obtener más beneficios), desarrollar en ellos aptitudes emocionales y sociales, enseñarles a descubrir sus propias emociones y que aprendan a gestionarlas y a autoregularse, algo que creo que merece la pena para crecer como persona y que les servirá para toda la vida y algo, también, que no pueden ofrecerles internet o la televisión.

Y aquí es donde entra el papel del profesor. Ése que está continuamente en el punto de mira, ya sea por los políticos, otros especialistas, padres y madres o alumnos; debido a los resultados del último informe PISA, al nivel de exigencia, al castigo que le han echado a un alumno o a lo que sea que se les ocurra. Al profesor y educador se le tiene que respetar siempre, tanto por alumnos, padres y madres como por los mismos docentes o especialistas de otras profesiones. El papel del profesor, aunque muchas veces no lo creamos, es muy importante en la vida del alumno; el profesor tiene que acompañar al alumno en su proceso de enseñanza – aprendizaje, ayudarlo a que de lo mejor de sí mismo y no perder nunca la pasión por su vocación. Y recordar, ante todo, que en la educación no son tan importantes los resultados, como parecen ser, si no lo bueno de preguntarse y descubrir cosas nuevas, el momento y el camino que te lleva a hacerlo porque al ser humano, no sólo le gusta aprender, si no que es feliz cuando lo hace.


Aquí adjunto el vídeo sobre el que trata mi reflexión y un manifiesto muy interesante, el manifiesto “No es Verdad” en el cual se da explicación a las cosas más importantes y que más se ponen en duda de la educación de nuestro país.



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